Mi 2017 en escritura

Llega el final de un año y creo que no soy el único que en esta época se para y se pone a reflexionar en lo que ha hecho durante todos esos doce meses. Al principio no estaba seguro de si debía compartir esta entrada pero en algún momento me tenía que poner intensito, ¿no?






Este año a nivel personal ha sido como bajar a toda velocidad de una cuesta descomunal de espaldas y sin frenos. O al menos ha sido así hasta mediados de año, más o menos. ¿Que por qué os cuento esto? Porque fue en ese momento en el que empecé a plantearme la escritura como algo más serio.

Antes de ese momento claro que escribía, hacía las peores cosas que podía hacer un escritor novato (o al menos yo ahora lo considero así). Entre esas cosas estaba el presentarme a concursos de novela de editoriales grandes donde no tienes ningún tipo de feedback y que, además, una novela es un tipo de proyecto que requiere mucho trabajo, mucho más del que creo que yo hacía.

Yo no tuve la suerte que tuvieron muchos de sentirse acogido en un foro de escritores, de hecho hasta hace nada ni siquiera decía que escribía (y ni mucho menos considerarme escritor, eso no lo hago ni ahora...). Durante varios años, me presentaba a esas ediciones anuales de concursos, pero no hacía nada más. No hablaba de esa parte de mi vida con nadie y obviamente no me emocionaba hablando de esos proyectos con nadie. 

Mi experiencia fue "mala". Empecé a frustrarme y a sentir que mi trabajo no valía nada porque sí, en esos certámenes te avisan cuando lo reciben (o no, depende del concurso al que te presentes...) pero claro, era más bien una comunicación unidireccional. Y bueno, de repente me encontré en una espiral de sentimientos negativos de la que no sabía cómo escapar. Así que dejé de escribir.

Sigo sin saber si fue una mala idea o no, lo que sí sé es que llegó una época en la que estaba teniendo cada vez más contacto con la "comunidad literaria" cuando abrí un blog literario (que no es mi actual blog literario, por cierto). Gracias a ese blog conocí a un montón de personas y buenos amigos, y de repente me encontré con que unas cuantas de esas personas también escribían. No sabría decir cuándo pasó o me di cuenta de eso, pero ver que esas personas se animaban a hablar de sus proyectos me fue animando poco a poco también. 
Poco a poco fui saliendo de esa frustración que tenía con mi escritura. No escribía pero sí que se me ocurrían ideas y las apuntaba. Digamos que lo único que no hacía era sentarme y plasmarlas. 

El caso es que cada vez había más escritores en mi timeline de Twitter: amigos, amigos de amigos, gente que me interesaba por lo que compartía, etc. Hubo un momento en el que varias de esas personas me animaron directamente a que diera el paso y después de meses, en una situación algo desesperada, volví a escribir. Como anécdota os puedo contar que fue por culpa de un certamen de relato en el que no gané, pero sí que me puse a escribir todos los días hasta la fecha límite. Lo di todo, sentí muchísima adrenalina, y finalmente supe que había recuperado mis ganas de escribir.

Os mentiría si os dijera que desde ese entonces me senté a escribir cada día, pero sí que fui presentándome a más certámenes de editoriales pequeñas, etc. Pedían proyectos pequeños y marcarme fechas límite es algo que personalmente me ayuda mucho así que fui participando. No quedé seleccionado casi en nada, pero es que tampoco me importaba demasiado. Mi yo del pasado que ganó un par de concursos de escritura mientras estudiaba la ESO estaría enfadado, pero yo en ese entonces solo pensaba en que estaba ACABANDO historias, y estaba escribiendo con cierta frecuencia. Eso era un gran logro para mí después de lo ocurrido...


Pero Arturo, ¿esta entrada no se llama "Mi 2017 en escritura"? Y así es, las últimas cosas que os he contado han pasado este mismo año y aquí me veis ahora: ahora hablo un poco de mis proyectos, escribo con bastante frecuencia y a veces hasta me seleccionan en algún certamen.

Sé que alguna persona pensará que estoy haciéndome un "flaco favor" al compartir esta reflexión, pero se me da FATAL hablar solo de mis proyectos o de mis cosas publicadas en una entrada sin que algo significativo me motive a ello. Además, ya lo dije cuando creé esta pagina: aquí no vengo a mostraros reglas de escritura ni a ser impersonal.
Pese a ser una persona bastante introvertida vengo a hablar de lo que aprendo como escritor, las cosas que me funcionan a la hora de escribir y también de mis experiencias. Porque con eso siento que puedo ayudar a alguien además de mostrarme a mí mismo mi progreso.

con esta entrada lo que quiero es mostrar que de los infiernos también se puede salir, por muy difícil que parezca. La escritura no es un camino lleno de rosas, pero creo que nada en la vida lo es completamente. Empecé a escribir para evadirme de las cosas duras por las que pasaba y sigo escribiendo porque me sigue salvando, y porque ha llegado un punto en el que necesito con todas mis fuerzas plasmar mis ideas y mis experiencias a través de historias.


Espero que la intensidad de esta entrada no os haya asustado demasiado porque no sabía si publicarla o no, pero NECESITABA contarlo. A principios del año que viene volveré a este rincón y os felicitaré el año como es debido además de hablar de mis propósitos escritores para el 2018, así que solo me queda desearos unas felices fiestas. Espero que las paséis con las personas que queréis y os hacen felices <3.



¿Vosotros habéis hecho algo importante durante este año?

Publicar un comentario

0 Comentarios